domingo, 21 de junio de 2015

Crítica ~ Jurassic World (2015): cuando los dinosaurios dominaban la Tierra

Jurassic World (2015)
Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra


Guste más o menos, la película del director Colin Trevorrow ha reventado la taquilla mundial siendo el estreno más exitoso de la historia del cine (de hecho hasta los productores de Los Vengadores la han felicitado por "ganarles"). No es de extrañar que un aluvión de nostálgicos hayan contribuido a este abrumador éxito. 


ARGUMENTO

Veinte años después de los acontecimientos de Jurassic Park, Isla Nublar se ha convertido en un parque temático plenamente operativo que recibe miles de visitantes cada día. Enterrados para bien los sucesos dramáticos de su inicio, las instalaciones ofrecen decenas de especies de dinosaurios para que el público interactue y se maraville con esas criaturas que debían estar extintas. Pero la avaricia y el consumismo de la gente no tiene límites y el público exige una nueva atracción. De ahí sale el Indominus rex, un híbrido genético de Tyrannosaurius rex con varias otras criaturas con unas características únicas que, de hecho, aún se están descubriendo.


Tal y como Ian Malcolm predijo en su momento, los dinosaurios fuera de su contexto son incontrolables. Clare (Bryce Dallas Howard), directiva jefe de Jurassic World, requiere la ayuda de Owen (Chris Pratt), célebre por su interacción con los velocirraptores, para cerciorarse de que las instalaciones de contención del Indominus son seguras. No obstante el Indominus posee una inteligencia fuera de lo normal que le permite planear tretas para engañar a sus cuidadores e incluso arrancarse el chip localizador. Con una bestia desconocida campando sin control por el parque y con veinte mil personas en Isla Nublar, lo que debía ser un viaje de ocio acaba convirtiéndose en un infierno. 


OPINIÓN

Sinceramente la cosa empieza bien. El primer plano de cómo el Indominus rex rompe el huevo al nacer y vemos ése ojo rojo, terroríficamente inteligente, ya hiela la sangre. Nota tonta: esa imagen en concreto es la portada de mi ejemplar de Parque Jurásico, aunque creo que era un raptor lo que salía del huevo. El espectador juega con ventaja y no se cree en ningún momento la ilusión de control que los directivos del parque intentan mantener, sencillamente porque ya hemos visto TRES veces cómo las cosas se iban de las manos y moría gente. Lo único que tienes que hacer es sentarte y esperar en tensión a que, efectivamente, empiece el festín y los descuartizamientos. Los sustos y las escenas de intriga en las que no sabes si alguien va a acabar o no devorado siguen siendo una delicia.

Chris Pratt ofrece uno de los mejores protagonistas de acción en un blockbuster de estas características. Ya lo logró en Guardianes de la Galaxia (2014), donde interpretó al carismático y algo loco Star Lord, pero aquí se ha coronado. Su presencia llena la pantalla y su lenguaje corporal realmente te hace creer que es alguien acostumbrado a lidiar con criaturas peligrosas. Te das cuenta de eso cuando se las ingenia para evadir a la muerte la primera vez que se topa con el Indominus. Despierta comicidad y buenas intenciones aunque a veces ni siquiera lo pretenda, y es algo más difícil de lo que parece. No es el actor más expresivo del panorama actual (tampoco es que el papel lo pretenda), pero resulta querible.

Bryce Dallas Howard me sorprende en un papel distinto al que me tenía acostumbrada (yo solo la había visto en dramas-comedias). Claire se nos presenta como la mujer más cuadriculada y estirada del planeta (que solo echó puntualmente una canita al aire con Owen en el pasado). Y además no tiene ni una pizca de instinto maternal. Una mujer única y exclusivamente centrada en su trabajo. No es que eso sea malo, sino que simplemente los sucesos de la película la harán cambiar a pasos agigantados. Libre de spoilers digo que en un momento dado de la película se convierte en la heroína al mismo nivel (o casi) que Owen, lo cual tampoco está mal. Sin duda la intérprete más expresiva del elenco. También destacar a otras caras para el recuerdo como Vincent D'Onofrio, Irrfan Khan o BD Wong, que repite como el ingeniero jefe Henry Wu tal y como lo fuera en la película del 93 bajo la orden directa de John Hammond.

El diseño del parque es sencillamente ES-PEC-TA-CU-LAR: la frase "no hemos reparado en gastos" nunca ha tenido tanto sentido como ahora. Hemos visto Jurassic Park cómo debía ser pero jamás lleno de gente, funcionando como Hammond había imaginado. Desde la atracción del mosasaurio a los vehículos giroscópicos que te permiten pasearte entre las manadas de herbívoros, pasando por esos puntos donde los niños pueden interactuar con dinosaurios bebé. El uso del CGI es más que adecuado tanto al retratar la tecnología como con los animales. Muchos han criticado su abuso en detrimento de los animatronics, algo presente en las primeras entregas, pero la verdad es que no hay ni un solo movimientos de los dinosaurios que resulte forzado o falso. El realismo es abrumador, y si para ello hay que sacar toda la artillería en cuanto a tecnología punta se refiere, estupendo. 

En mi opinión han jugado muy bien la carta nostalgia. Si bien es algo existente desde la primera vez que suena la archiconocida banda sonora o cuando vemos las puertas originales del parque, el culmen sucede cuando los dos muchachos llegan al que fuera el primer centro de visitantes de Isla Nublar. Todos reconocemos el hall donde se exhibía el esqueleto del Rex con el cartel "cuando los dinosaurios dominaban la Tierra". O los binoculares que usaba el nieto de Hammond cuando él y su hermana fueron atacados por el Tyranosaurio. Incluso vemos a los niños cruzar con el jeep la alambrada, ya inoperativa, que separaba el área del Rex del resto en Jurassic Park. Y como esas hay millones, incluidas referencias a personajes de otras entregas como el matemático Ian Malcolm y el "genio" que tuvo la idea, John Hammond. 

Por supuesto, han salido un alud de críticas científicas sobre el realismo de los dinosaurios de la película. Que si en realidad tenían plumas, que si los pterodáctilos no volaban, que si los velocirraptores medían menos de un metro de altura, que si el mosasaurio no superaba los 15 metros... La pregunta es: ¿quieres o no quieres pasar miedo, impresionarte? En la propia película repiten hasta la saciedad que las criaturas de Jurassic World son dinosaurios cuyo genoma se ha rellenado con otras especies y, por lo tanto, es imprevisible qué tipo de criatura saldrá. Henry Wu lo dice claro: lo han hecho desde el principio porque la gente no quiere realismo, quiere más dientes. No son los originales sencillamente porque nunca han logrado desentrañar el genoma al completo. Sinceramente... Si deben tomarse esas licencias para que veamos portentos como los raptores o el Rex tal como los presenta la película, a mí ya me vale.

En definitiva es una película que me ha encantado. Por supuesto ninguna entrega podrá llegar al nivel de sorpresa y fascinación que produjo la primera de 1993, pero respecto a la franquicia en sí Jurassic World es bastante mejor que las dos anteriores. 


SPOILERS!

El Indominus rex es una criatura realmente espantosa. A medida que van revelándose sus capacidades es un no parar de terror y sustos. ¡Es un puto bicho gigante que puede cambiar de color y escapar a los sensores térmicos! Y además inteligente, lo cual es más peligroso todavía. Nos damos cuenta de lo realmente distinto que es al resto de criaturas cuando Owen y Clare encuentran un rastro de brontosaurios muertos: no caza como el resto de dinosaurios carnívoros sino que mata por placer, atacando a todo lo que se mueve. Owen reitera una y otra vez que no pueden controlarlo y que hay que aniquilarlo a como dé lugar, aunque nadie le hace caso hasta que ya es tarde. Él sostiene que una criatura aislada desde su nacimiento es impredecible en el mundo exterior. Hay una frase en concreto que se me quedó marcada: "está intentando descubrir dónde encaja en la cadena alimentaria, y más nos vale que no lo descubra nunca"

Mucha gente ha criticado la relación del personaje de Chris Pratt con el grupo de cuatro velocirraptores. Bien es cierto que puede que cojee en algunos momentos, pero siempre desde un punto de vista semi-científico es algo que podría funcionar. Él mismo se lo explica diversas veces a Claire: él no los controla, es una relación de respeto mutuo. Owen dice en un momento que deja una impronta en los raptores nada más nacer, un detalle más importante de lo que parece y que la gente puede pasar por alto. El término "impronta" se refiere a algo habitual cuando los animales nacen junto a criaturas ajenas a su especie, en concreto con los humanos. Los animales improntados pueden o bien creerse parte de esa otra especie o considerar a su progenitor adoptado como parte de la propia. De ahí la cosa: en la película, los raptores no son mascotas de Owen sino que lo consideran uno más de su especie. De otro modo él nunca podría haber asumido el rol del alfa con "Blue" como su beta. De hecho me pareció entender que Barry, el mejor amigo de Owen, formaba parte también de esa "manada", aunque seguramente estaba más bajo que él en la jerarquía. Admito que me enterneció que la raptor Blue fuera incapaz de atacar a Owen incluso cuando lo tuvo a tiro. Y dos veces, ni más ni menos (la segunda enfrentándose a la Indominus en persona).

Si hay una sola cosa que no he podido creerme ha sido el momento final en el que la velocirraptor y el Rex se separan amistosamente. Lo del mosasaurio saliendo a salvar el día en el momento final es "jodó, qué casualidad", pero tiene un pase, pero lo del raptor y la rex... Son criaturas eminentemente agresivas que luchan de perpetuo por el control de un territorio. Su parte de "amiguis" me chirrió un poco. Bueno, y los carrerones que se marcaba Bryce Dallas Howard con tacones a todos lados (aunque por una entrevista reciente parece que fue idea suya). Si una persona a la carrera en condiciones ya era difícil que batiera al Rex, no veas a Claire a lo Ussain Bolt con taconazos. Pero vamos, son fallos menores.