jueves, 27 de diciembre de 2012

10 razones para adorar El Hobbit: Un Viaje Inesperado (2012)

10 razones para adorar El Hobbit: Un Viaje Inesperado (2012)


La película que llevaba tantos años esperando (y como yo muchos, imagino) ha llegado finalmente.Y la espera no podía haber valido más la pena. Son tantas las razones por las que me ha gustado que no he podido resistirme a analizarla punto por punto.

SPOILERS como casas de grandes (bueno, no tanto...)

1) El prólogo

Y cuando digo el prólogo me refiero al relato de la caída de Erebor, indispensable para saber más sobre los enanos. Hasta ahora era la única raza que quedaba poco perfilada (hemos conocido en profundidad a los hobbits, los hombres y los elfos), y aquí se nos muestran los matices que los diferencian de otras razas, como el amor desmedido por el oro y las joyas, y además se nos enseña en parte el por qué de la enemistad entre elfos y enanos (realmente, por qué la reticencia inicial de Legolas y Gimli a ir juntos en el grupo durante El Señor de los Anillos). 


El prólogo nos planta en un reino enano en auge, con el rey enano Thrór gobernando, seguro de la sucesión al tener a su hijo Thráin y a su nieto Thorin a su lado. No obstante, todo termina abruptamente con la llegada de Smaug el Terrible, un gigantesco dragón rojo, a las puertas de Erebor tras arrasar la hermosa Ciudad del Valle que se ubica a sus pies. Los enanos pierden a gran parte de la población y deben huir de su hogar, sin ayuda alguna, convirtiéndose en un pueblo errante guiado por Thorin, el joven príncipe enano, ante la falta de su abuelo enloquecido y un padre y rey ausente.


Mención aparte merece ésa impresionante escena en la que Thranduil (Lee Peace), Rey Elfo del Bosque Negro y padre de Legolas, aparece en la loma desde la que se avista Erebor montado en un gigantesco alce y acompañado de todo su ejército. Miedaco que da el jodío.

Muchos se han tirado de los pelos (yo no me incluyo, lo mío fue más bien WTF???) con la indiferencia que muestra Thranduil ante la masacre del pueblo enano. Desde luego, es una aberración con respecto al libro... PERO en el universo de la película (en serio, id asumiendo ya que son cosas separadas), es algo que da bastante juego. En las siguientes películas (especialmente la segunda), intensificará el rencor de Thorin hacia la gente del Bosque Negro, lo cual puede dar pie a alguna subtrama muy interesante (pura especulación, lo admito). 

2) Martin Freeman como Bilbo Bolsón


Se pueden criticar muchas cosas de esta película, pero desde luego su protagonista sólo merece alabanzas. Admitámoslo... aunque Elijah Wood hizo un magnífico papel (y aquí cameo, por cierto xD) como Frodo en El Señor de los Anillos, el personaje de Bilbo en sí es un protagonista mucho más completo y carismático. Frodo era más tirando a aventurero ya desde el principio, pero a Bilbo nos lo presentan como un señorito de aire británico, risueño y cortés como todo hobbit pero anclado en su rutina, amante de la vida predecible y de la tranquilidad... y ver a través del avance de la trama cómo se va volviendo intrépido y valeroso es uno de los grandes encantos.


Martin Freeman hace un excelente trabajo creando un Bilbo al principio formal y algo histriónico para ir poco a poco desenvolviéndose mejor entre el grupo, aunque no abandone del todo sus viejas costumbres. Me encanta cómo el espectador se va dando cuenta, a la vez que el propio Bilbo, que esa aventura ya forma parte de su vida y que lo que al principio le parecía un engorro acaba llegándole muy adentro, siendo incapaz de abandonar a sus nuevos compañeros aún cuando pueda sentirse desplazado. Bilbo ha tenido unas cuantas escenas épicas en esta película, pero lo mejor para este personaje (según los libros) viene en la segunda.

3) Richard Armitage como Thorin Escudo de Roble


De hecho, y aquí es cuando me rajan por sacrílega, en lo que respecta a ésta y La Comunidad del Anillo, Thorin es un protagonista mucho más imponente y "de peso" de lo que fue Aragorn (sólo hablando de la primera parte, claro. No la lía parda ni nada el amigo Elessar en Las Dos Torres y El Retorno del Rey). Por supuesto está el detalle de que Aragorn no quería ser líder del grupo, dejando a Gandalf las riendas de la misión, mientras que aquí está claro que es Thorin el que corta el bacalao. No obstante, mientras que Aragorn acaba siendo rey porque es así lo que le corresponde por linaje, con Thorin en una sola película logran convencernos de que se ha ganado a pulso la adoración de sus súbditos y el derecho a reinar (memorable escena en la que se nos cuenta que desempeñó todo tipo de trabajos humildes sólo para sacar adelante a su pueblo). 


Una de las escenas que más me impactaron fue el relato por parte de Balin de lo sucedido cuando los enanos, expulsados de Erebor, intentaron recuperar el antiguo reino de Moria y los orcos salieron a combatirles, casi masacrándolos. Aunque es sólo un flashback, ayuda a perfilar el personaje central de Thorin, permitiéndonos comprender por qué todos le siguen con tanta devoción y cómo se forjó su leyenda.


En El Hobbit de Peter Jackson, se le ha dado a Thorin un aire mucho más serio y épico que en el libro. En el libro se le describe como todo un guerrero y un buen líder, pero no demasiado inteligente y que suele ser grandilocuente, con tendencia a soltar largos discursos interminables. Me gusta el cambio, para qué negarlo. Además, me gusta MUCHO la idea de que se muestre aunque sea un poco la relación familiar (alias paterno-filial) con Fíli y Kíli (para quien no lo sepa, son sus sobrinos, y de hecho Fíli es el heredero al trono por detrás de Thorin).

En resumen, Richard Armitage junto a Martin Freeman y el incombustible Ian McKellen parece que estén echando un pulso por ver quién se come la pantalla a bocados más grandes. IM-PRESIONANTE.

4) Acción

Aix, la acción... Tan distinta de la de la trilogía original, pero a la vez igual de atrapante. Lo cierto es que no hay apenas sangre a lo largo de toda la película, quizá por el tono más "infantil" del libro, pero ello no hace menos crudas las batallas. Hablo de la escaramuza con los trasgos, donde vemos a los enanos repartiendo tal somanta de palos que te dan hasta miedo. Vale que esa escena en concreto es un poco fantasiosa, porque los enanos se caen por precipicios y no se parten la crisma (al más puro estilo Avatar con huesos recubiertos de algún metal ultrarresistente)... pero oiga, ¿y lo bien que se lo pasa una?


Mi escena de acción favorita es sin duda la del final, cuando Azog los acorrala en los árboles. Ver a esos gigantescos huargos saltar hacia arriba, intentando atrapar entre sus fauces a unos enanos que han entrado en pánico, me pone los pelos de punta. Tampoco la lucha contra los trolls es moco de pavo, aunque ésa es más "light", por decirlo de alguna manera. Lo más fascinante sin duda es ver a los enanos repartir hachazos y espadazos a diestra y siniestra (la mayoría son muuuy brutos).

5) El grupo de enanos


Y aunque en la obra de Tolkien es sumamente difícil encariñarse por un enano en concreto al ser tratados, salvo las obvias exepciones (Thorin, Balin y a veces Bombur y Fíli y Kíli), como un grupo, Peter Jackson logra con éxito la titánica tarea de caracterizarlos a todos de un modo que los individualiza a ojo del espectador y a la vez les dota de una personalidad bien diferenciada (incluso utilizan armas de lo más variopintas... joer, si hasta hay un enano arquero y uno que va con tirachinas). Thorin es regio y taciturno, Bofur tiene un sentido del humor un tanto negro, Dwalin es directo y agresivo, los hermanos Fíli y Kíli son impulsivos y optimistas (e incluso ahí hay matices entre el mayor y el benjamín), Ori es tímido y educado... y un largo etc.

De inmediato un@ les coge cariño, algo sumamente fácil en algunos casos (los hermanos Fíli y Kíli son sencillamente entrañables... aunque seguramente mi favorito sea Bofur xD). Me gustan también muchísimo Dwalin (menuda bestia parda, con tatuajes de guerra y todo) y Glóin (al que le han hecho francamente parecido a su hijo Gimli). Me encanta ése marcado contraste entre Bilbo y los enanos, ruidosos, alegres y con modales bastante rudos (inolvidable la escena cuando desvalijan la despensa de Bilbo y se ponen a comer y beber de la forma más basta que uno verá jamás xD). 


"Fili... y Kili. ¡A vuestro servicio!"

Por cierto... he leído muchas críticas al hecho de que los miembros de la casa de Durin (Thorin, Fíli y Kíli) no tienen la barba densa típica de los enanos. Mi pregunta es... ¿y qué? Son enanos, actúan como enanos (más los dos jóvenes... riendo, gritando, fumando, comiendo y bebiendo como cosacos en casa de Bilbo). Thorin no necesita una barba reverencial para inspirar respeto, y sus sobrinos aún son jóvenes, por lo que es de esperar que no tengan la complexión del resto de enanos, más mayores. Digo yo que mientras actúen bien (cosa que hacen, es innegable), no hace falta quejarse tanto por una caracterización que en todas las películas del Señor de los Anillos también han cambiado a rabiar (en el libro, Frodo tenía cuarenta años y Legolas era moreno, por poner ejemplos). 

He leído por ahí que el mayor argumento en contra de esto es que rara vez se ve a enanos sin barba y que para ellos ser vistos sin ella es tal vergüenza que preferirían la muerte. Pues que yo recuerde, en el capítulo de las arañas del libro del Hobbit, Fíli tiene que cortarse casi toda la barba para poder escapar de las telarañas. No le vi muy afectado, la verdad. Yo opino más que nada que ha venido por el hecho de la caracterización, por el empeño de Jackson en diferenciar bien a todos los enanos. A simple vista, uno ya sabe que Fíli y Kíli son los más jóvenes, y eso para un espectador primerizo o no versado en los libros puede ser un grato favor. 


Bofur... el puto amo xD

Sé que las comparaciones son odiosas, pero en general son un grupo mucho más optimista y animado que la Comunidad del Anillo (es que son enanos, joer). He visto la película más de 15 veces ya, pero la escena en la casa de Bilbo, con ése buen ambiente, camaradería y a la vez desfachatez del grupo de enanos pone una automática sonrisa en mi cara. Impagable la canción sobre la vajilla de Bilbo (llevo semanas tarareando mentalmente lo de "Los cuchillos embotar, rompe platos por la mitad...").

Lloraré y mucho al final de la tercera película. Quien se haya leído el libro, sabe por qué.

6) Erebor


Esto ya es personal, pero siempre me quedé con ganas de ver dos partes elementales de la Tierra Media que no habían aparecido en la trilogía original. Erebor, la Montaña Solitaria, era una de ellas (la otra era el Bosque Negro, capricho que satisfaré a finales de 2013), y la visita no ha podido impresionarme más. Si hay algo que se le pueda comparar mínimamente en El Señor de los Anillos es la hermosa Minas Tirith, pero quizá por el mono que tenía de ver esta película, la visión de Erebor que nos presenta Peter Jackson me ha impresionado incluso más. Y hasta se puede apreciar una curiosidad que, hasta ahora había sido un secreto: mujeres enanas, con barba y todo (xD).

7) Escenas cómicas

Estaba claro que, cambiando a los protagonistas de la trilogía original por un grupo de enanos, las dosis de humor debían incrementarse exponencialmente. Y no defraudan, francamente... aunque es distinto. Está claro que la mayor parte es un humor mucho más pueril o infantil que en El Señor de los Anillos (es como si formáramos una compañía con trece Merrys y Pippins xD), pero es que el tono en general de El Hobbit como libro es así, dirigido a niños. Peter Jackson ya ha hecho mucho dotándole de una seriedad que en ocasiones (que no siempre) es equiparable a la de la trilogía original.


"¡Tengo unos parásitos más grandes que mi brazo!"

Me quedo sin duda con la escena de los trolls, donde los enanos (tozudos como solo ellos) se empeñan en desmontar el plan de Bilbo para salvarles la vida. Jamás olvidaré la frase de Oin: "¡Tengo unos parásitos más grandes que mi brazo!Me meo con la cara de acojone de Kili xD. Mola mucho también cuando Bilbo le pregunta a Gandalf si Radagast es un gran mago o es como él (Troll!Bilbo). Hay quien dice que son gags sin gracia... yo le digo que me pasé media película descojonándome. Si eso me hace tonta, pues oiga... al menos me lo pasé bien, no como otros. 

8) Guiños a la trilogía original

Hay mil y un detalles que conectan ambas sagas, como parece obvio. Y aún así no pude evitar sonreír como una tonta cuando Elijah Wood (igual de joven aunque algo más delgado) aparece en pantalla como Frodo, o cuando Gandalf desentierra la espada Dardo y se la da a Bilbo. Volver a escenarios ya conocidos, como La Comarca o Rivendell, despierta en los fans el aprecio por aquella saga con la que crecimos (yo, al menos, aún era un niña). Hay escenas que recuerdan a otras, como el momento en el que Bilbo se pone el anillo por primera vez, tan semejante a cuando lo hizo Frodo en La Comunidad del Anillo. Los detalles están por doquier, como el mapa de la Montaña Solitaria que Bilbo tenía en Bolsón Cerrado y cuyo origen aquí se nos cuenta.


Por cierto, me ha encantado el detalle de que el enano Glóin lleve la misma hacha que llevará su hijo Gimli 60 años después en los sucesos del Señor de los Anillos. O el detalle de que Gandalf se golpee con la misma lámpara, o que en Bolsón Cerrado podamos ver el mapa completo de la Tierra Media colgado en la pared justo detrás de Kíli y Nori. También ha molado mucho ver de nuevo a la hermosa Cate Blanchett como Galadriel y, como no, al gran Hugo Weaving como Elrond. 

9) La escena de la caverna de Gollum


Sin duda LA ESCENA con mayúsculas de la película. Andy Serkins vuelve por la puerta grande a interpretar al que posiblemente es el personaje más difícil de toda la saga de Tolkien.  Yo, desde luego, nunca olvidaré la siniestra vocecilla de Gollum preguntando: "¿Qué tiene en el bolsillo?", a sabiendas de que Bilbo ha encontrado accidentalmente el anillo que tanto dolor de cabeza dará a Frodo y sus amigos 60 años después. 

La guerra de acertijos te pone la piel de gallina, y lo que es mejor: es posiblemente uno de los pasajes más fieles de todo el libro (se comen un par de acertijos solamente, y hasta las reacciones de Gollum se parecen a las del homónimo en papel). Horror absoluto cuando Gollum enloquece y empieza a perseguir a Bilbo. Y no digamos la escena en la que el pobre Bilbo queda atrapado en una rendija y vemos a Gollum retroceder al haberle descubierto, sólo una sombra con ojos brillantes en la oscuridad. Acojone.


En mi opinión, Gollum consigue lo que hasta ahora no ha conseguido ningún personaje de cine: dar risa, terror y pena en sucesión rápida. Juro que esas tomas de Gollum oculto en la penumbra, con los ojos brillando y acechando a Bilbo me hielan la sangre. Y qué decir de ése momento final, que tanta repercusión tiene en la Guerra del Anillo... El archiconocido instante en el que la compasión de Bilbo decide el destino de tantos. 

10) El desenlace... y pie a La desolación de Smaug

La escena final es frenética y a veces incluso un poco terrorífica. El cómo huargos y orcos acorralan a los protagonistas y todo está a punto de irse al garete... y entonces Thorin levanta la cabeza y mira a su adversario. Pocas veces he visto una mirada más colérica y significativa que la de Richard Armitage en ése instante. 


Contuve la respiración cuando Thorin se incorpora sobre el árbol caído y desciende hacia Azog (un terrorífico Manu Bennet, Crixo de Spartacus para los amigos) entre llamas con esa música de fondo que nos recuerda a las escenas más épicas de la trilogía original. Y después, cuando Bilbo es el primero en acudir en su ayuda, aunque no es un guerrero ni espera serlo, te da una señal de cuánto ha crecido nuestro señor Bolsón.


Admito que casi lloro de emoción cuando Thorin corre a abrazar a Bilbo, aceptándole por fin como miembro de su compañía y agradeciéndole que le haya salvado la vida. Ése final, con el grupo al completo contemplando la figura de Erebor a lo lejos, emergiendo sobre la niebla y el bosque. Y la guinda final, un retazo de Smaug durmiendo despreocupadamente sobre el lecho de oro no hace sino darte unas ganas tremendas de que el tiempo corra y ya haya pasado un año más para ver cómo sigue su aventura.

--

Que hay muchos cambios... tampoco tantos. ¿Que son relevantes? NO. Y de hecho algunos me gustan y mucho. Como la profundidad que se le da a los personajes de los enanos, caracteres diferenciados mucho más allá de los dos pinceladas que se da en el libro. ¿A quién le importa que Balin sea mucho mayor que Thorin en la versión fílmica? ¡Son ambos personajes entrañables! En cierto modo me gusta y disgusta a la vez que se esté dando tanta humanidad al grupo protagonista porque, aunque El Hobbit es de un tono más infantil que El Señor de los Anillos, el primero tiene algo de lo que la trilogía carece: la muerte de algunos miembros del grupo protagonista (Boromir no cuenta... Sean Bean está condenado en todas sus película xD). Que me haya encariñado tanto en una sola película con ellos sólo hará que la tercera sea un mar de lágrimas.

La pregunta ahora es cómo cojones aguanta una hasta diciembre de 2013. Revisionar esta una y otra vez calmará un poco la sed de más, pero no será suficiente ni por asomo. Suerte que el mundo no se ha acabado en 2012, oiga. Ganas alucinantes de ver (y oír):
  • El Bosque Negro en todo su esplendor, con arañas y todo.
  • Las Cavernas del Rey Elfo
  • A Beorn
  • De nuevo al grupo de enanos (LoL)
  • Al dragón Smaug con la voz de Benedict Cumberbatch (quien es compañero de Martin Freeman en la serie Sherlock)
  • Lo más importante... ¡la escena de los barriles! Pagaría todo el dinero que tengo por ver esa escena ahora (snif)