viernes, 13 de abril de 2012

Reseña: Spartacus, Sangre y Arena

Spartacus: Sangre y Arena

De izquierda a derecha: el matrimonio Lucretia y Batiato, Espartaco y Onemaus.

A pesar de no ser una serie demasiado conocida, debo decir que es sin duda una de las que más me ha impresionado jamás, y eso que he visto muchísimas. Empecé a verla cuando se estrenó en Cuatro (creo que era en Cuatro) a las tantas de la noche, y lo innegable es que me quedé con la boca abierta. He visto varias veces la maravillosa película de 1960 protagonizada por Kirk Douglas, pero es que Spartacus: Sangre y Arena es una increíble fusión entre ésta y 300 que no deja indiferente a nadie.

La historia arranca (en la primera temporada, Sangre y Arena) con el alistamiento del protagonista (Andy Whitfield) en las tropas romanas bajo las órdenes del legado Claudio Glabro (Craig Parker) para proteger Tracia, su tierra natal. Cuando el tracio (cuyo nombre real no se menciona en ningún momento de la serie, por cierto) deserta ante la negativa de protección hacia su pueblo, huye en busca de su esposa y ambos se convierten en fugitivos. Por desgracia los hombres de Glabro no tardan en encontrarle, separarle de su mujer y llevarle a Capua (en el imperio romano) para ser ejecutado en la arena como traidor. Ante todo pronóstico, nuestro protagonista consigue eludir una muerte segura y presenta una espectacular batalla en la arena, pasando a ser conocido como Espartaco. Su hazaña llama la atención de Quinto Lentulo Batiato (John Hannah), un lanista especialista en el entrenamiento de gladiadores que no tarda en hacerse con él y prometerle la vuelta de su esposa a cambio de su lealtad.

La primera temporada narra por un lado las peripecias de Espartaco en el ludus de Batiato, sus victorias en la arena de Capua y su relación con el resto de gladiadores, entre ellos el galo Crixus (Manu Bennet), actual campeón de Capua, y Onemaus (Peter Mensah), encargado del entrenamiento de los reclutas (a los que sepan la historia real de Espartaco, le sonarán estos nombres :)), así como Varro (Jai Courtney), el que será el mejor amigo de Espartaco durante su estancia en el ludus. De forma paralela, se tratan las aspiraciones de Batiato y su esposa Lucretia (Lucy Lawless) por escalar socialmente, utilizando para ello a Ilithya (Viva Bianca), la esposa del legado Claudio Glabro que sufre un odio corrosivo por Espartaco.

Liam McIntyre y Andy Whitfield, los dos actores que han encarnado a Espartaco.

Por desgracia, al protagonista Andy Whitfield se le diagnosticó un cáncer que le apartó del mundo de la actuación. Con al intención inicial darle tiempo a la recuperación y antes de su fallecimiento en 2011, se lanzó una precuela de la serie llamada Dioses de la Arena que narraba los sucesos ocurridos en el ludus de Batiato y en la ciudad de Capua antes de la llegada de Espartaco, centrándose en los personajes de Crixus, Onemaus, Ashur y Gannicus (Dustin Clare), el único gladiador de Batiato que había conseguido su libertad, y en cómo había iniciado la ambiciosa carrera de Batiato.

De izquierda a derecha: Mira, Agron, Nasir, Espartaco, Oenomaus y Crixus.

La segunda temporada (Spartacus: Venganza) cuenta lo ocurrido a Espartaco (ahora interpretado por Liam McIntyre) y a sus segundos Crixus y Agron (Dan Feuerrieguel) tras la rebelión en la casa de Batiato. Como fugitivos, los gladiadores empiezan un viaje a lo largo de los territorios romanos liberando a tanto esclavos como sea posible y evitando al mismo tiempo el asedio de Claudio Glabro, empeñado en acabar de una vez con Espartaco. En esta temporada coinciden las dos líneas temporales anteriores, especialmente con la aparición del personaje de Gannicus y su unión a la causa de los rebeldes. La tercera (y última, snif) es War of the Damned, y con sólo ver el trailer uno ya se puede hacer idea de que será un final épico y difícil de olvidar.

La serie, todo hay que decirlo, no se corta con nada. Las secuencias de batalla son muy cercanas a lo gore y explícitas, exageradas en la mayoría de ocasiones para causar un mayor impacto. Se usa mucho el recurso de 300, reproduciendo secuencias a cámara lenta para luego retomar el ritmo normal. Lo mismo puede decirse de las escenas sexuales, abundantes y gratuitas en según qué ocasiones. Sin embargo lo más ofensivo para el espectador puede ser el lenguaje utilizado (la expresión más dicha, sin ir más lejos, es "por la polla de Júpiter" xD).

A pesar de ello, le sobra profundidad (en el buen sentido). Las tramas políticas e intrigas no dejan indiferente a nadie, y la inmensa mayoría de personas muestran una humanidad que asusta. Incluso Espartaco, que puede parecer a simple vista el perfecto héroe, peca en muchas ocasiones de soberbia (véase si no el 1x08 (=). La forma de retratar la sociedad romana y las diferentes formas de esclavitud es cruda y explícita, llegando a dar la sensación de que la mayoría de películas sobre el tema lo han suavizado en exceso (con perdón de Roma de HBO, por supuesto). Hay malos no tan malos, con razones para hacer las cosas, y buenos a los que en ocasiones desearías arrear un guantazo. Hay espectaculares batallas y momentos ante los que sólo puedes contener las lágrimas si eres de piedra: la muerte masiva de personajes hacia los últimos episodios de cada temporada es algo natural, y acaba dándote miedo encariñarte con alguien aunque, con tan maravillosos personajes, es MUY difícil.

Y ahora un repasito de los personajes que, al menos a mí, son los que me hacen seguir la serie con tanto interés ;D

PUEDE CONTENER SPOILERS (MENORES) DE TODAS LAS TEMPORADAS.

Agron

Sin duda mi personaje favorito en lo que llevamos de serie, maravillosamente interpretado por el actor australiano Dan Feuerriegel. Quizá mi simpatía por éste personaje viene por ser el más alejado de los arquetipos, con una razones claras para hacer las cosas y una presencia lo suficientemente alta de defectos que le hacen muy humano. Probablemente el mejor secundario del grupo de los "buenos".

Agron es de origen germano, y presumiblemente fue capturado en una batalla en el frente entre las tierras del este del Rin y el imperio romano. Aparece por primera vez en el episodio 8 de la primera temporada, vendido junto a su hermano Duro y a otros cuatro a la casa de Batiato para ser instruidos como gladiadores. Aunque ambos hermanos son impulsivos y con tendencia al humor sarcástico, Duro carece de toda precaución y habitualmente Agron tiene que salir en su defensa (normalmente frente a Crixus). Si hay algo que queda claro desde la aparición de ambos es que Agron es especialmente protector para con su hermano y que éste, si bien agradecido, desea demostrar su valía sin la constante sombra de Agron.

Agron junto a su hermano -se supone, menor- Duro (Ande Cunningham)

Agron se muestra una gran capacidad de aprendizaje y al poco de su incorporación ya demuestra estar a la altura de gladiadores más veteranos. Ése abismo de habilidad entre él y su hermano queda demostrado en el único combate que se muestra de ambos en la arena, donde Agron vence a su rival para después hacer lo propio con el de Duro para salvarle la vida. Ambos son los primeros en unirse a los planes de rebelión de Espartaco e intentan captar adeptos para la misma antes de que se desencadene el caos. Durante la rebelión en la casa de Batiato, Duro es herido de muerte al apartar a Agron del camino de un romano que iba a apoderarse de su vida.

En Vengeance y tras el éxito de la primera rebelión, Agron se convierte en el hombre de confianza de Espartaco y en su más allegado seguidor. Tras la pérdida de Duro, Agron se muestra mucho menos jovial y mucho más visceral y violento en las batallas... o al menos así es hasta que algo le hace cambiar de opinión en el capítulo 2x02. Si hay algo especialmente relevante que mencionar respecto a este personaje y la trama principal es su evidente rivalidad con Crixus, el galo. Quizá haya razones históricas tras este odio irracional, o quizá sencillamente Agron siente rencor hacia Crixus por la paliza que dió a su hermano en la primera temporada, pero no se soportan el uno al otro y en muchas ocasiones divergen en sus opiniones por el mero hecho de llevarse la contraria. Su desagrado mútuo va más allá y hace que las facciones germana y gala de los rebeldes también se encuentren constantemente enemistados.

Agron junto a Nasir (Pana Hema Taylor). Si habéis llegado a Vengeance, seguramente entenderéis el por qué es relevante la relación entre estos dos personajes ;D

Si bien es aparentemente el segundo al mando dentro de los rebeldes, Espartaco sigue teniendo en mayor consideración a Crixus (algo a día de hoy incomprensible). A pesar de que el objetivo de Espartaco es alzarse contra los romanos y liberar a la mayor cantidad posible de esclavos, está dispuesto a arriesgar la vida de unos cuantos de ellos para rescatar a Naevia, la amante de Crixus, de las minas. Agron miente sobre la suerte de la muchacha, afirmando que está muerta, para no poner en peligro a una mayor cantidad de rebeldes, pero cuando Espartaco se entera no sólo le da la razón a Crixus sinó que le clava un puñetazo a Agron delante de todos los demás. Por fortuna Agron sigue de su lado y le sigue hasta el monte Vesubio, ayudando posteriormente a rescatar a Crixus de la arena de Capua y permitiendo que la tirantez entre ambos disminuya un poco.

Como curiosidad... Si alguien se ha preguntado por la llamativa cicatriz que Agron lleva en el pecho desde su primera aparición, es debido a que el actor Dan Feuerriegel padece una patología crónica del corazón que le obliga a llevar marcapasos desde los trece años. Yo tardé a darme cuenta u.uU.


Ashur


Si bien no mi favorito (Agron sigue teniendo ése honor xD), Ashur es sin duda el mejor personaje de toda la serie y el más complejo. Sobra decir que Nick Tarabay realiza la mejor interpretación dentro de todo el elenco de Spartacus. Sin duda es el villano estrella de la serie, astuto, complejo y capaz de hacer cualquier cosa por salvar su vida y conseguir lo que considera que merece. 


Temporalmente, Ashur es uno de los primeros personajes en aparecer, siendo un recluta desde el primer episodio de Spartacus: Dioses de la Arena. De origen sirio y acompañado por un enorme compatriota (Dagan), Ashur arde en deseos de demostrar su valía y ser considerado un hermano por el resto de gladiadores de la casa de Batiato. Sus planes se ven rápidamente frustrados cuando Batiato advierte que su inteligencia y artes de matar en la sombras son superiores a su capacidad en la arena, de modo que le encarga misiones secretas y los asesinatos de algunos de sus enemigos. Ello le hace merecedor de la Marca de Batiato, pero el resto de compañeros no lo aceptan al no haber pasado la prueba que le honraría como un verdadero gladiador, pasando a ser un paria dentro de la hermandad. Al final de Dioses de la Arena, sufre un percance que le deja una pierna prácticamente inutilizada (SPOILERS everywere, así que no digo na' xD), lo cual le aparta de la arena durante años (sencillamente alucinante la interpretación de Tarabay en el último episodio de la temporada) y consigue que la venganza por todos los que le han humillado vaya gestándose lentamente. Si bien no destaca demasiado en Sangre y ArenaDioses de la Arena y Venganza son LAS temporadas de Ashur. Resulta casi inevitable ponerse de su lado en según qué sucesos, y es uno de los pocos malos que llega a darte pena de verdad. 



Gannicus


Gannicus (perfectamente representado por Dustin Clare) es sin duda el personaje estrella de Dioses de la Arena, un protagonista diametralmente distinto a Espartaco (vamos, es que son como la noche y el día...). Allá donde Espartaco es honor y rectitud, Gannicus es amante de la buena vida, la bebida y las mujeres (cuantas más mejor). Al principio se le presenta como un luchador nato, mucho más capacitado para la lucha de lo que parecía Espartaco, pero que además disfruta a sobremanera pavoneándose por sus victorias. Sin embargo, Gannicus es tremendamente leal a sus amigos, que en éste caso son Oenomaus y Melitta (la esposa de éste), aunque también muestra cierta simpatía por el novato Crixus.


Se trata de uno de los personajes más interesantes de ambas líneas temporales, y probablemente el más carismático de todos. Al igual que Espartaco, pelea al estilo de las dos espadas (algo sumamente inusual en la época romana, pero que en la serie parece ser pan de cada día xD). En Vengeance, regresa a Capua después de varios años para enfrentarse a sus antiguos compañeros en el circo (capítulo 2x05, épico donde los haya), aunque acaba uniéndose a la rebelión... Dominar a alguien como Gannicus es a todas luces todo un reto para Espartaco.

Batiato


¿Qué decir del que sin duda es el romano más relevante de toda la serie (con perdón de Ilithya)? John Hannah (al que todos recordaremos por ser el inolvidable y cómico hermano de Rachel Weisz en las películas de La Momia) saca aquí todas sus dotes interpretativas para ofrecernos un personaje tan odiable y manipulador como carismático. Batiato es el amo del ludus que compra a Espartaco tras asistir a su inesperada victoria en la Arena, ofreciéndose a entrenarle como gladiador bajo la promesa de devolverle a su esposa. Aunque ofrece la imagen de simpático y gentil hombre de negocios, Batiato es una mente retorcida capaz de conseguir cualquier cosa por escalar socialmente y asegurarse un puesto político de altura. En Dioses de la Arena podemos ver a un Batiato un poco más ingenuo y benévolo que va degradándose a medida que nos relatan los sucesos que le llevaron a convertirse en un hombre maquiavélico y sin escrúpulos, empezando por la tormentosa relación con su padre (Jeffrey Thomas).

Lucretia


La mítica Lucy Lawless (archiconocida por su interpretación de la heroína Xena) es Lucretia, la amada esposa de Batiato y prácticamente la única persona del mundo por la que éste haría cualquier cosa. Aparentemente es la perfecta esposa, cordial y atenta con su marido y los conocidos... pero mantiene un idilio secreto con el galo Crixus, el campeón de Capua a la llegada de Espartaco. Está dispuesta no obstante a hacer lo que sea necesario para ayudar a su marido en su ascenso político, consiguiendo engatusar a Ilithya (Viva Bianca), la esposa de Claudio Glabro, y así obtener su patrocinio. Ante todo Lucretia es una mujer codiciosa y también muy inteligente que sabe jugar muy bien sus cartas. En Dioses de la Arena se nos muestra una visión mucho más romántica del matrimonio de Quinto y Lucretia, así como la complicada relación de ésta con su suegro y la razón de su infidelidad. 

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Spartacus es una serie que ante todo no engaña y cumple con lo que promete: una buena y sólida historia aderezada a lo bestia con sangre, batalla y escenas eróticas para todos los gustos por doquier. Una buena representación de la antigua Roma que consigue dejarte con la sensación de cualquier producción anterior sobre el tema lo ha suavizado en exceso.

Muerta estoy porque llegue la última temporada TTwTT

"¡ESPARTACO! ¡ESPARTACO!"